Solo le tomo un minuto para darse cuenta y tomar control de la situación. Cuando descubrió la trampa en la cual estaba cayendo, tomo sus cosas y se instalo en la siguiente estación. Muchas personas la miraban en tono de burla, otras simplemente la ignoraban. Pero cuando lo encontró recorriendo ese mismo pasillo en donde ella se había -obligadamente- instalado, creyó que era causa de la mala fortuna.
No había podido dormir bien los últimos meses, pensó que el hecho de verlo -a pesar de todo-, podía tranquilizarla pero no fue así, solo la dejo mas alterada.
-debería retirarme, buscar un lugar mejor- pensó para si, -el tiempo no pasa en vano-.
Busco refugio en sitios desconocidos intentando calmarse. No lograba paz. Decidió afrontar la situación 3 meses después del encuentro. 3 largos meses después de la burla. 3 meses después de la indignación. Solo requirió que 2 palabras salieran de su boca. 2 palabras entrelazadas que podían significar su vida o su muerte. El destino era el juez y el verdugo. El destino era el medio y el fin. El destino era él y él era su destino.
y las palabras fueron... lo siento.
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